Este domingo 13 de noviembre celebramos la VI Jornada Mundial de los Pobres, que impulsó el papa Francisco hace seis años, durante la conclusión del Año de la Misericordia y cuando se celebraba el Jubileo dedicado a las personas marginadas. La jornada tiene como objetivo ayudarnos a reflexionar sobre cómo afectan a la vida de nuestros hermanos más pobres, nuestro estilo de vida, aquellas decisiones y gestos que realizamos en el día a día.
Bajo el lema Jesucristo se hizo pobre por vosotros, Francisco lanza un llamamiento a la solidaridad en medio de un mundo herido por la violencia y la guerra. Ante los millones de refugiados de los diferentes conflictos en Oriente Medio, África Central y ahora Ucrania, el Santo Padre invita a “compartir lo poco que tenemos con quienes no tienen nada, para que ninguno sufra”.
Francisco nos recuerda en esta VI Jornada Mundial que hay que “hacer un esfuerzo para que a nadie le falte lo necesario. (…) No es el activismo el que salva, sino la atención sincera y generosa que permite acercarse a un pobre como a un hermano que tiende la mano para que yo me despierte de la letargia en la que he caído”. También nos recuerda que la caridad “no es una obligación sino un signo del amor, tal como lo ha testimoniado el propio Jesús”, y “la generosidad hacia los pobres encuentra su motivación más fuerte en la elección del Hijo de Dios que quiso hacerse pobre Él mismo.
La Conferencia Episcopal Española y Cáritas han preparado diversos materiales para su utilización por parte de todas las Diócesis, parroquias, comunidades, movimientos, asociaciones e instituciones de la Iglesia.