El vídeo del Papa – marzo 2023

Intención de oración del papa Francisco durante este mes de marzo.

Por las víctimas de abusos.

“Ante los abusos, especialmente los cometidos por miembros de la Iglesia, no basta pedir perdón. Pedir perdón es necesario, pero no basta. Pedir perdón es bueno para las víctimas, pero son ellas las que tienen que estar “en el centro” de todo. Su dolor, sus daños psicológicos pueden empezar a sanar si encuentran respuestas; acciones concretas para reparar los horrores que han sufrido y prevenir que no se repitan.

La Iglesia no puede tratar de esconder la tragedia de los abusos, sean del tipo que sean. Tampoco cuando los abusos se dan en las familias, en los clubs, en otro tipo de instituciones. La Iglesia tiene que ser un ejemplo para ayudar a resolverlos, sacarlos a la luz en la sociedad y en las familias. Es la Iglesia la que tiene que ofrecer espacios seguros para escuchar a las víctimas, acompañarlas psicológicamente y protegerlas.

Oremos por los que sufren a causa del mal recibido por parte de los miembros de la comunidad eclesial: para que encuentren en la misma Iglesia una respuesta concreta a su dolor y a su sufrimiento”.

Misa funeral por Benedicto XVI

Con motivo de la muerte del papa emérito Benedicto XVI, dirijamos al Señor nuestras súplicas por su eterno descanso, por él, que presidió en la caridad la Iglesia durante los años 2005 a 2013. El obispo Agustín Cortés presidirá la misa funeral por él, el próximo lunes 9 de enero de 2023, en la Catedral-Parroquia de Sant Llorenç, a las 20.00 h.

Estamos invitados también a celebrar en nuestras comunidades cristianas una misa funeral con la misma intención, como también en nuestra oración personal:

Por el papa emérito Benedicto que, como sucesor de Pedro, presidió la Iglesia en la caridad. Para que participe, por la misericordia de Dios, como siervo bueno y fiel del gozo de su Señor. Oremos.

Pésame por el fallecimiento del papa Benedicto XVI

El obispo Agustín, al conocer la muerte del papa emérito Benedicto XVI, transmite este mensaje:

Recién conocida la noticia de la muerte del papa emérito, Benedicto XVI, queremos expresar publicamente nuestro pésame y nuestros sentimientos de comunión profunda con la Sede de Pedro, especiealmente de oración y de acción de gracias a Dios porque, en su providencia, nos ha permitido gozar del primer servicio a la Iglesia que es la Sede de Pedro durante 8 años de su pontificado. Dios tendrá presente sus esfuerzos y sacrificios como primer siervo de los siervos de DIos. Los brazos del Padre acogerán con misericordia su estimado papa emérito Benedicto XVI.

Recomiendo que durante el día de hoy nuestras parroquias puedan realizar el repique de campanas de difuntos.

En los próximos días se informará de la celebración de la misa exequial por el papa emérito, Benedicto XVI, en la Catedral-Parròquia de Sant Llorenç.

Unidos en la oración, encomendémoslo a la misericordia de Dios.

Más información relativa al fallecimiento de Benedicto XVI en este enlace de la Tarraconense, en este de la CEE y en Vatican News.

Jornada Mundial de la Paz

Un año más, y con este ya son 56, celebramos la Jornada Mundial de la Paz el primer día del año, solemnidad también de Santa María, Madre de Dios. Una muy buena manera de empezar el año: encomendándonos a María y pidiendo la paz para todos los lugares del planeta, a la vez que también podemos evaluar los desafíos y las oportunidades que presenta el año que empieza, y qué podemos aportar cada uno para construir la paz a nuestro alrededor.

El mensaje que el papa Francisco ha escrito para esta Jornada de 2023 se titula: “Nadie puede salvarse solo. Recomenzar desde la Covid-19 para trazar juntos caminos de paz”. A lo largo del texto resuenan las preguntas fundamentales que nos podemos hacer para mirar hacia adelante: ¿Qué hemos aprendido de la pandemia? ¿Qué podemos hacer para construir un futuro mejor, en un mundo marcado por desigualdades, hambre y conflictos, en especial por la guerra en Ucrania?

El Papa recuerda el 2020, la crisis que generó la pandemia y que, en palabras suyas, “nos sumió en medio de la noche , desestabilizando nuestra vida ordinaria, trastornando nuestros planes y costumbres, perturbando la aparente tranquilidad incluso de las sociedades más privilegiadas, generando desorientación y sufrimiento, y causando la muerte de tantos hermanos y hermanas nuestros”.

Ahora, empezando el año 2023, sugiere que es bueno tomar un tiempo de reflexión, para hacer aprendizaje de todo lo vivido y para dejarnos transformar, porque, como ha recordado en varias ocasiones, “de los momentos de crisis nunca se sale igual: salimos mejores o peores”. También recuerda “que nadie puede salvarse solo” y que “todos nos necesitamos; que nuestro mayor tesoro, aunque también el más frágil, es la fraternidad humana”.

Y cuando pensábamos que lo peor de la pandemia había sido superado, “un nuevo y terrible desastre se abatió sobre la humanidad”. El papa Francisco se refiere a la guerra en Ucrania como un “flagelo” y reconoce que, “aunque se ha encontrado una vacuna contra la Covid-19, aún no se han hallado soluciones eficaces para poner fin a la guerra En efecto, el virus de la guerra es más difícil de vencer que los que afectan al organismo, porque no procede del exterior, sino del interior del corazón humano”.

Para trazar juntos caminos de paz, hacia el final de su mensaje, indica algunas pistas de actuación que, como siempre, tienen un nivel de aplicación personal y otro comunitario e internacional: “Debemos retomar la cuestión de garantizar la sanidad pública para todos; promover acciones de paz para poner fin a los conflictos y guerras que siguen generando víctimas y pobreza; cuidar de forma conjunta nuestra casa común y aplicar medidas claras y eficaces para hacer frente al cambio climático; luchar contra el virus de la desigualdad y garantizar la alimentación y un trabajo digno para todos, apoyando a quienes ni siquiera tienen un salario mínimo y atraviesan grandes dificultades “.

El mensaje incluye una perspectiva esperanzadora para el 2023: Francesc espera ” que en el nuevo año podamos caminar juntos, aprovechando lo que la historia puede enseñarnos “; y termina felicitando el año y encomendando el mundo entero a la Virgen: “A todos los hombres y mujeres de buena voluntad, les deseo un feliz año, en el que puedan construir, día a día, como artesanos, la paz. Que María Inmaculada, Madre de Jesús y Reina de la Paz, interceda por nosotros y por el mundo entero “.


Desde hace 56 años, cada 1 de enero la Iglesia Católica celebra este día que convoca a promover y conservar la paz en el mundo. La Jornada mundial de la Paz fue proclamada por el papa Pablo VI, inspirado en las encíclicas Pacem in Terris, de Juan XXIII, y Populorum Progressio, de Pablo VI.

El vídeo del papa – noviembre 2022

Intención de oración del papa en este mes de noviembre:

 

Por los niños y niñas que sufren.

 

“Todavía hay millones de niños y niñas que sufren y viven en condiciones muy parecidas a la esclavitud. No son números: son seres humanos con un nombre, con un rostro propio, con una identidad que Dios les ha dado. Demasiadas veces olvidamos nuestra responsabilidad y cerramos los ojos ante la explotación de estos niños que no tienen derecho ni a jugar, ni a estudiar, ni a soñar. Ni siquiera tienen el calor de una familia. ¡Cada niño marginado, abandonado por su familia, sin escolarización, sin atención médica, es un grito! Un grito que se eleva a Dios y acusa al sistema que los adultos hemos construido. Un niño abandonado es culpa nuestra. No podemos permitir más que se sientan solos y abandonados; necesitan poder recibir una educación y sentir el amor de una familia para saber que Dios no los olvida. Recemos para que los niños y niñas que sufren, los que viven en las calles, las víctimas de las guerras y los huérfanos, puedan acceder a la educación y redescubrir el afecto de una familia”.