
En la Vigilia de la Inmaculada, celebrada el 7 de diciembre, la basílica de la Virgen de la Merced se llenó de jóvenes de las diócesis de Terrassa, Barcelona y Sant Feliu de Llobregat.
El cardenal Omella dio la bienvenida a todos los jóvenes presentes y seguidamente, se dio paso a la experiencia testimonial de Mateo Gómez, seminarista de Vilafranca del Penedès que colabora actualmente en la Catedral-Parroquia de Sant Llorenç. Él compartió su experiencia de fe con María, que vivió en Lourdes, en un peregrinaje con la Hospitalidad.
El obispo Agustí Cortés fue el encargado de hacer la prédica del Evangelio de la Visitación. Un mensaje del que se desprende la alegría de la espera de Isabel hacia la bienaventurada María. Nuestro obispo invitó a contemplar a la Virgen y este mensaje lleno de esperanza y alegría para la Iglesia.
La vigilia de oración continuó, conducida por el obispo de Terrassa, Salvador Cristau.
Tras las restricciones debido a la pandemia, este resultó un encuentro importante para los jóvenes de toda la Provincia Eclesiástica de Barcelona, un punto de comunión y de motivación para el curso, para encarar la Navidad, con el horizonte de la próxima Jornada Mundial de Jóvenes, del 1 al 6 de agosto en Lisboa, precisamente con el lema “María se levantó y partió sin demora” (Lc 1, 39).
