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La Catedral de Sant Llorenç

La catedral más joven de Cataluña

La Catedral - Parroquia de Sant Llorenç es un templo edificado en 1946 y fue erigido Catedral en 2004 por Decreto del Papa Juan Pablo II que designó Mons. Agustín Cortés primer titular de la misma.

Con la misión ser iglesia de iglesias y punto de referencia para todas las parroquias de la Diócesis actualmente es también iglesia en construcción que debe adecuarse a las nuevas necesidades al servicio de su acción eclesial y pastoral.

Edificada sobre las ruinas de una iglesia anterior, de la que sólo queda el campanario, la Catedral-Parroquia de Sant Llorenç sigue un estilo inspirado en el arquitectura y la decoración paleocristiana y bizantina. Así pues, tal como la conocemos hoy, es fruto de un proyecto del arquitecto Josep Ros Ros, que ejecutaron los constructores Ernest Claramunt y Adjutori Medios, con decoración y ornamentación de Francesc Labarta.

Con planta basilical, tres naves, crucero y lucernario, el templo tiene unas dimensiones proporcionadas que complementan los elementos externos, el campanario -único elemento salvado de la destrucción de la iglesia antigua, al que se añadió el reloj, la cúpula octogonal y la portada de la fachada, con los ventanales en forma de arco trilobulado, con columnas capiteles, celosia y vitrales.

En el marco de los 500 años de la erección de la parroquia de Sant Llorenç, hoy catedral-parroquia, y de la primera fase del Plan director, durante el 2020 y 2021 se ha realizado la rehabilitación estructural y constructiva del campanario y las fachadas de la calle Pi i Maragall y la calle Torras i Bages y la mejora de las condiciones funcionales y ambientales del cancel de acceso al templo por la puerta principal.

Este Plan director se ha elaborado con el apoyo de la Diputación de Barcelona, a través del Ayuntamiento de Sant Feliu de Llobregat, y esta 1ª fase ha sido posible gracias a la aportación del Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya y al préstamo bancario que ha asumido la catedral-parròquia y que está pagando con las aportaciones de muchos feligreses.

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El interior

De acuerdo con el precedente de las basílicas romanas, el interior de la catedral se dispone en tres naves: dos laterales con bóveda y la central con artesonado, arcadas y columnata. En medio del crucero, se levanta la cúpula, que descansa sobre dos pilastras de la nave central y las dos del ábside que inician el arco. Para la ornamentación interior, se emplea un juego de líneas, fajas y fondos tratados según un esquema simple de colores: una combinación de colores neutros, una escala de cuatro grises, y de colores cálidos, el rojo pompeyano, el marrón- vinatós y los dorados, que proliferan e imprimen una variada riqueza polícroma, por su brillo y calidez.

Un punto clave de esta ornamentación es el techo de la nave central y travesaño, que destaca por su artesonado, de casetones de relieves dorados que enmarcan la figura de "Cordero", en alto relieve, "encima del libro con los siete sellos ", tal como describe Apocalipsis, destacando sobre una rica faja en forma de cruz, mencionando, en los extremos, las alegorías a la Gracia, la Fe y las virtudes cardinales. Entre el friso de encima las arcadas y las columnas de granito artificial, destacan los capiteles bizantinos, de piedra clara de Montjuïc, con los relieves de las típicas hojas de acanto y cruces estilizadas, que contrastan por el color rojizo de fondo.

El presbiterio

El principal centro de atención de toda la iglesia es el ábside, que envuelve el presbiterio, el altar mayor y el ambón. El presbiterio está separado del resto de la iglesia por una amplia grada de diez metros y medio de anchura por catorce metros de fondo. El altar, situado encima el presbiterio y elevado del nivel del suelo, es una mesa maciza de piedra caliza, con basamento de obra y revestida con mármol color beige y gris marrón, que hace tres metros de largo. Hay un cuerpo anterior, sobresaliendo de la mesa a modo de antipendio, formando tres cuerpos con relieves decorativos de las alegorías de los siete sacramentos. Encima del altar, colgado y centrado, encontramos el candelabro o baldaquín, que se añadió muy posteriormente .

En la decoración del ábside, destaca, en importancia, la figura de Jesús-Majestad o "Pantocrátor", representación que prolifera en el arte bizantino y también en el románico. Vemos la figura aureolada de Jesús, sentado en el trono y llevando el libro con la inscripción latina "Ego sum via, veritas et vita" ( "Yo soy el camino, la verdad y la vida"). Y con su mano derecha señala obra del Padre: la Creación, representada simbólicamente en el arco triunfal. Toda la figura se enmarca dentro del medallón característico y, a sus pies, la bola del mundo, como escabel. Junto con esta figura, los laterales, hay ha las dos representaciones de la vida de San Lorenzo, obras del artista pintor Francesc Labarta. en la parte más alta del ábside, se ven dos ángeles -esgrafiats- coronando Jesús como Rey de la Creación. más abajo , como fondo, entre fajas y orlas, destacan las doce estrellas, símbolo de los apóstoles. en las paredes verticales del fondo del ábside, destacan las cinco aperturas de los ventanales que dan luz, salvo la apertura del centro, donde se aloja la hornacina con la imagen de San Lorenzo, patrón de la ciudad, se desconoce la autoría. También dentro del ábside y paralela al arco de triunfal, una faja ancha hace de fondo a la temática de la creación mencionada: los seis medallones representan los seis días.

Los absidiolos

A ambos lados del ábside encontramos los dos absidiolos.

El absidiolo de la derecha es la capilla del Sagrado Corazón, inaugurada en 1955, que fue decorada según un diseño de los PP. Salesianos de Barcelona, ​​con un esquema decorativo que difiere un poco del resto del templo. Los murales son pinturas al óleo sobre lienzo y representan, a la izquierda, la parábola del Hijo pródigo y, a la derecha, Jesús y la samaritana. Arriba la vuelta, una representación de la Gloria, con Dios Nuestro Señor, Jesucristo y, a sus pies, la Virgen y San José. El altar consta del ahora propiamente, sostenida por el pilar con un relieve del Buen Pastor. Sobre el altar hay colocada la imagen del Sagrado Corazón, de talla policromada, enmarcada por un panel en forma de retablo con los relieves de los evangelistas.

En el absidiolo de la izquierda encontramos la capilla dedicada a la Virgen de Montserrat, inaugurada el mismo año 1955.

Tanto su disposición como la decoración y las pinturas murales son obra del pintor local Juan Torras Viver, que siguió el mismo esquema decorativo de toda la iglesia. La imagen de la Virgen es del escultor Josep Ma. Camps Arnau. En la parte derecha e izquierda, los muros están decorados con pinturas al fresco. El mural de la izquierda representa el nacimiento de la Virgen María, donde, al fondo de la composición, se representa la Ermita de la Salud de Sant Feliu, como elemento local y popular, y, de lejos las montañas de Santa Cruz. Al mural de la derecha, se representa la Visitación de María a su prima Isabel. También aquí se hace una referencia localista, de nuestro país, dejando constancia de la montaña de Montserrat.

En la bóveda, de izquierda a derecha, encima de la cornisa, están las representaciones siguientes: Isaías con un ángel que sostiene las palabras del Salmo "Lactare Jerusalén" (Alégrate Jerusalén). Por otra parte, en medio de la bóveda y encima mismo del retablo, hay dos ángeles con la montaña de Montserrat. Finalmente, en el lugar del portal que conduce al altar mayor, encontramos San Lucas evangelista y el ángel de la anunciación con la inscripción "Ave Maria gratia plena Dominus tecum" (Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo). Coronando esta imagen encontramos la mano de Dios Padre bendiciendo, de la que salen los rayos de una estrella, y el Espíritu Santo, representado en forma de paloma.

Los vitrales

Los vitrales y el pavimento son, sin duda, un complemento fundamental. Un pavimento que se dispone en forma de gran mosaico de gres mate, a teselas grandes: grecas y entrelazados de líneas y fajas, con predominio del fondo de color blanco, que configuran una acertada y práctica decoración en armonía con el esquema decorativo global de la catedral.

Igualmente, los vitrales de la iglesia son un complemento importante y funcional no sólo de decoración sino para ofrecer en la globalidad del templo una gama de tonos con luz matizada. Todos los vitrales siguen unos trazados geométricos no figurativos, excepto la pequeña figura de algún símbolo muy estilizado y de algunas inscripciones. El esquema de color es de tonos suaves y unificados en cada ámbito concreto: los azules, los rosados, los verdosos y los amarillentos. Destacan, en importancia, los dos rosetones situados en las fachadas laterales, con los escudos de España y del Arma de Artillería -Obsequio de la Fábrica Nacional-, y los ventanales de la fachada, donde se representa la Sagrada Familia, los de la nave central, donde se representa la letanía de la Virgen, los de la cúpula, donde se representa la Redención, la Creación, la Justificación y la Glorificación, los de los ábsides, donde se representan los doce apóstoles, y todo lo demás , hasta un total de 53, con motivos referentes a los altares laterales donde fueron colocados.

La imaginería

Entre todas las imágenes que se encuentran, destacan la imagen de la Purísima, que fue tallada por el escultor Arquimbau, siguiendo un modelo de Martí Cabrer, la imagen del St. Cristo, situado en el primer altar lateral, obra del escultor Juvanteny.

Igualmente hay que hacer mención, por su valor histórico, de los restos de unas imágenes encontradas entre los escombros de unos antiguos cimientos de la iglesia: una Virgen, talla gótica, de piedra (s. XIV) con resto de policromía , y las de unos basamentos o pedestales barrocos, con figuras de santos del s. XVII.

Proyecto de Rehabilitación de la Catedral de Sant Llorenç

Archivo Fotográfico

Articulo de Mn. ALbert Ruiz Elias
"El Bisbat de Sant Feliu de Llobregat.
La Catedral"

en Materials del Baix Llobregat,14. 2008

Visita a la Catedral Sant Feliu de Llobregat

-Catalonia Sacra-